domingo, 10 de mayo de 2015

Y CON LA FAMILIA, ¿QUÉ HAGO?

La familia constituye para todas las personas el punto de referencia para poder construir una identidad y el desarrollo e integración en la sociedad cuando ya somos adultos. Si es importante para todos los niños en general, en el caso de los niños con TDAH resulta imprescindible que su familia acepte al niño tal y como es, comprenda sus necesidades y esté dispuesta a apoyarlo para lograr que evolucione, aprenda y, por encima de todo, sea feliz. 
Por ello, es necesaria la coordinación entre familia y profesorado para que todos rememos en el mismo sentido.
Los padres precisan un método o pautas de trabajo que respeten las que se marcan desde el centro educativo y para no entrar en contradicciones que perjudiquen al alumno.
Ante la sospecha de la posible existencia de un alumno con TDAH en el aula, debemos ponernos en contacto con su familia, a través del tutor, de manera que la colaboración sea inmediata. En el centro escolar el Departamento de Orientación puede valorar al alumno, pero será su familia la que acudirá a los servicios sanitarios, donde se lo podrá finalmente diagnosticar.
Estos son los tres pilares básicos en los que se asienta la correcta atención a un alumno con TDAH. 
Un ejemplo de actuación con la familia de un alumno con TDAH podría ser la siguiente: